5 de mayo de 2008

Era 15 de mayo de 2007 cuando Cleo llegó a casa

Todo era nuevo para ella; los olores, los espacios...no tenía ni a mamá ni a sus hermanos con quién jugar, pasar los ratos muertos o protegerse, y a mi no me conocía. La pobrecilla estubo escondida durante dos días; pasaba de detrás de los armarios a bajo el sofà y de bajo el sofà a dentro la cama. Se deben evitar estos comportamientos para que la adaptación sea más rápida,....pero no hay que tener prisa. La paciencia es el mayor aliado en estos casos.
Había preparado su llegada a conciencia para que el cambio fuera lo más suave posible, y una vez todo condicionado, lo mejor, en estos casos, es dejarlos tranquilos, que sean ellos quienes poco a poco se vayan haciendo con su nuevo hogar y se acerquen a ti cuando se sientan más confiados.
Cleo, incluso en esos primeros momentos de miedo y abrumor, no paraba de ronronear ni de lamer mis dedos cuando me acercaba para que se acostumbrara a mí.
Una dulzor de gata, fiel representante del Azul Ruso!!

Poco a poco fue cogiendo confianza en su nuevo hogar, empezó a salir de sus escondites,... tan es así que pronto le faltó espacio para corrotear detrás de ratitas y pelotas de ping-pong (les encantan!)



Se convirtió en la reina de la casa en 48 horas!!!

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