Había preparado su llegada a conciencia para que el cambio fuera lo más suave posible, y una vez todo condicionado, lo mejor, en estos casos, es dejarlos tranquilos, que sean ellos quienes poco a poco se vayan haciendo con su nuevo hogar y se acerquen a ti cuando se sientan más confiados.
Cleo, incluso en esos primeros momentos de miedo y abrumor, no paraba de ronronear ni de lamer mis dedos cuando me acercaba para que se acostumbrara a mí.Una dulzor de gata, fiel representante del Azul Ruso!!
Poco a poco fue cogiendo confianza en su nuevo hogar, empezó a salir de sus escondites,... tan es así que pronto le faltó espacio para corrotear detrás de ratitas y pelotas de ping-pong (les encantan!)
Se convirtió en la reina de la casa en 48 horas!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario